ACHEL

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Cerveza ACHEL: una joya de las abadías trapenses belgas

Bélgica es una tierra de cervezas, conocida por su diversidad y su incomparable conocimiento cervecero. Entre las joyas de este patrimonio, las cervezas trapenses ocupan un lugar especial y la cerveza ACHEL es un ejemplo perfecto de esta excelencia monástica. Descubramos juntos la historia, las características y el arte de degustar esta cerveza única.

Una historia sagrada

La cerveza ACHEL se elabora en la Abadía de Saint-Benoît, ubicada en Achel, cerca de la frontera holandesa. Fundada en el siglo XIX, esta abadía trapense retomó la tradición cervecera en 1998, tras una interrupción de varias décadas. Bajo la dirección de los monjes y con la ayuda de especialistas cerveceros trapenses, la cerveza ACHEL rápidamente recuperó su lugar entre las cervezas trapenses de renombre mundial.

Las diferentes variantes de la cerveza ACHEL

La gama de cervezas ACHEL se distingue por el respeto a los métodos tradicionales y la excepcional calidad de sus productos. Estas son las principales variaciones:

  • ACHEL Blonde (8%): Esta rubia dorada es una cerveza compleja y equilibrada. Ofrece aromas frutales y florales con un ligero amargor al final. Su dulzor maltoso y sus notas de levadura la convierten en una cerveza refrescante y agradable.

  • ACHEL Brune (8%): Con más cuerpo que su hermana rubia, ACHEL Brune presenta ricos sabores de caramelo, malta tostada y frutas negras. Su cuerpo robusto y aromas complejos la convierten en una cerveza ideal para los amantes de las cervezas fuertes y sabrosas.

  • ACHEL Extra (9,5%): Disponible en versiones rubia y marrón, ACHEL Extra es una cerveza más potente con una notable profundidad aromática. Destaca por su equilibrio entre alcohol, malta y lúpulo, ofreciendo una experiencia gustativa intensa y memorable.

Conocimiento artesanal

La cerveza ACHEL se elabora según estrictos métodos artesanales, respetando las reglas de la autenticidad trapense. Los ingredientes utilizados (agua pura, malta de cebada, lúpulo y levadura) se seleccionan cuidadosamente. La fermentación alta, seguida de una maduración prolongada, permite que se desarrollen los aromas complejos y la riqueza de cada variante.

Degustación y maridaje de comida y cerveza.

Para apreciar plenamente los sabores de la cerveza ACHEL, es imprescindible respetar algunas reglas de degustación:

  1. Temperatura de servicio: Sirve la cerveza ACHEL entre 8 y 12°C para revelar sus sutiles aromas.
  2. Vaso adecuado: Utiliza un vaso grueso, tipo cáliz o tulipán, que ayuda a concentrar los aromas y a mantener una agradable espuma.
  3. Técnica de servicio: Vierta suavemente inclinando el vaso y luego enderécelo para terminar, creando una bonita capa de espuma.

Las cervezas ACHEL combinan perfectamente con varios platos:

  • ACHEL Rubio: Ideal con platos ligeros como pescados a la plancha, ensaladas y quesos suaves.
  • ACHEL Brune: Perfecto para acompañar carnes asadas, platos con salsas y postres de chocolate.
  • ACHEL Extra: Sublime con platos especiados, caza y quesos curados.

Una experiencia espiritual y gustativa.

Probar una cerveza ACHEL es adentrarse en un mundo donde se encuentran tradición, espiritualidad y pasión por la cerveza. Cada sorbo es una celebración del conocimiento trapense y de la riqueza del patrimonio cervecero belga.

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