CHAMPAGNE

CHAMPÁN

Champán: el elixir de las celebraciones

Introducción

El champán, a menudo considerado el rey de los vinos espumosos, es sinónimo de celebración, lujo y sofisticación. Ya sean celebraciones de fin de año, bodas o grandes éxitos, el champán es la bebida por excelencia para marcar momentos importantes de la vida. Pero ¿qué hace que este vino sea tan especial? Sumerjámonos en el efervescente mundo del champagne.

La historia del champán

La historia del champán se remonta a siglos atrás y tiene sus raíces en la región francesa de Champaña. Desde la Edad Media, los monjes de esta región elaboran vinos tranquilos. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII que el champán espumoso empezó a surgir gracias a la mejora de las técnicas de elaboración del vino y al dominio de la fermentación en botella. A Dom Pérignon, un monje benedictino, a menudo se le atribuye la invención del champán tal como lo conocemos hoy, aunque su papel era más bien perfeccionar los métodos de producción.

El proceso de fabricación

El champán se elabora mediante un método llamado “método champenoise” o “método tradicional”. Estos son los pasos principales de este complejo proceso:

  1. Vendimia: La uva se recolecta a mano para evitar cualquier daño.
  2. Prensado: Las uvas se prensan delicadamente para extraer el mosto.
  3. Primera fermentación: el jugo fermenta hasta convertirse en vino tranquilo (no espumoso).
  4. Mezcla: Se mezclan vinos de diferentes años y parcelas para crear una añada equilibrada.
  5. Segunda Fermentación: El vino se embotella con azúcar y levadura. La fermentación crea burbujas de dióxido de carbono.
  6. Envejecimiento sobre mentiras: Las botellas envejecen sobre sus lías (depósitos de levadura) durante al menos 15 meses para las que no son añadas y tres años para las que son añadas.
  7. Remojo y Degüelle: Se giran las botellas para recoger las lías del cuello, que luego son expulsadas.
  8. Dosis: Se añade una pequeña cantidad de azúcar para equilibrar la acidez antes de volver a tapar la botella.

Tipos de champán

Existen varios tipos de champagne, cada uno con sus propias características:

  • Brut: El más común, no muy dulce.
  • Extra Brut: Incluso menos dulce que el brut.
  • Semi-seco: más dulce, a menudo se sirve con postres.
  • Rosa: Elaborado añadiendo una pequeña cantidad de vino tinto o macerando pieles de uva negra.
  • Blanc de Blancs: Elaborado exclusivamente con uvas Chardonnay.
  • Blanc de Noirs: Elaborado exclusivamente con uvas Pinot Noir y/o Pinot Meunier.

El champán y la celebración

El champán está intrínsecamente ligado a los momentos festivos. Su apertura, con el característico “pop” del corcho, es en sí misma un acontecimiento. Las burbujas brillantes y el sabor refinado añaden un toque de elegancia a cualquier ocasión. En cocina combina perfectamente con mariscos, quesos curados y postres ligeros.

Conclusión

El champán es mucho más que una bebida; es una experiencia, un símbolo de alegría y éxito. La próxima vez que levante la flauta para brindar, tómese un momento para apreciar la historia, el arte y la pasión detrás de cada botella. ¡Tchin! 🥂

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