Yo era sólo un cachorro cuando nos conocimos, te amé desde el principio.
Me recogiste, me trajiste a casa y me pusiste en tu corazón.
Buenos momentos pasamos juntos, compartimos todo lo que la vida podía ofrecernos.
Pero los años han pasado demasiado rápido, ha llegado mi hora de partir.
Sé cuánto me extrañas, sé que te duele el corazón.
Veo las lágrimas fluir cuando no estoy esperando en la puerta.
Siempre hiciste lo mejor que pudiste por mí, tu amor era obvio.
Porque aunque te rompió el corazón, liberaste mi espíritu.
Así que, por favor, sé valiente sin mí, un día nos volveremos a encontrar.
Porque cuando seas llamado al cielo, yo estaré esperando a la puerta.